martes, 8 de marzo de 2011

Postres Agridulces

INGREDIENTES:
Hablemos de ese dolor físico en el pecho que se agarra a tu interior y desgarra tu rostro y lo convierte en una mueca de DOLOR. Una mueca que se hace interminable y empieza con tu propio corazón retorciéndose hasta que arrugas tu boca del todo y acaba mojada .
Ese dolor que se aviva con el recuerdo , con una canción con una palabra , con un lugar , con una situación , durante la noche , en un momento a solas , bajo la ducha , bajo la lluvia incluso bajo el sol. Ese dolor que cristaliza tu alma y la rompe en ese instante en el que vuelves a desear que todo fuese distinto. Ese dolor que no entiende idiomas . Ese dolor que persistes detrás de una sonrisa , ese dolor que se escucha al fondo de una carcajada. Ese dolor que se muestra irremediablemente en la mirada.
NO ME PIDAS QUE TE MIRE.
Hablemos de la resignación que avanza a paso lento y choca esas cinco con el dolor que ya está bien situado . De esa expresión alegre pero caída que intentas realzar y tu vestido le queda demasiado grande.
Y para ir terminando hablemos de esa cabeza descontrolada que sujetas con grapas contra una hoja en blanco que a veces se mancha de sangre porque exprimes tu cerebro al máximo para no pensar , para soñar para imaginar algo distinto que su mirada brillando hace mucho tiempo. Una cabeza que se contradice que da vueltas , que va y viene , sabiendo que es lo que le toca.
Y por último y por ende más importante , hablemos de mi corazón que me habla sin parar en muchas lenguas distintas y que ha perdido el norte y su brújula y que como un oráculo loco grita y produce grandes estruendos en mis noches. Mi corazón que sabe lo que quiere pero no entiendo cuando me habla de lo correcto. Tendré que estudiar esa nueva lengua .

RECETA

Y ahora tomemos cualquier noche , ahoguemos al ruido y dejemos que el silencio reine en nuestra cocina juntemos un saco de harina de un kilo de dolor bien compacto , mezclado con cuatro gotas de aceite de resignación , abramos un cráneo y comprobemos que no hay control en su cavidad e introduzcamos lo anterior y para terminar despellejemos el corazón . Pongámosle azúcar glas y algo de caramelo liquido , cristalicémoslo. Una vez así cojamos un pico de hielo y demos cuidadosamente en el centro. Con los pedacitos incrustémoslos en la parte superior del cráneo y batámoslo durante 25 minutos si lo va a meter en el horno y 49 minutos si lo va a congelar.

Es un postre magnifico para las noches que transcurren en Marzo.

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