Prefirió darse media vuelta y salir corriendo y cada paso una lagrima de dolor, mojaban sus mejillas y sus manos que escondían su rostro. Algo en ella se desagarraba se consumía lentamente arañando todo su interior. Pero no quería volver. Otra vez no. Otra vez dejar que mirase en el fondo de sus ojos tanto dolor. Tanta impotencia y a veces tanta confusión. Oía a la gente a su alrededor, hablando, riendo, fingiendo, mintiendo, pero le sangraba tanto el corazón y tenía tan hundida la mirada entre sus manos, hacia un punto en medio de ninguna parte , enfrente de ella. Allí es a donde quería deparar, allí donde poder dar marcha atrás y no caerse y no volver a hablar y deshacer todo. Para poder abrazar esa criatura que tanto amaba. Pero todo estaba enfrente y sabía que solo se podía ir hacia delante. Por mucho que recorriese cada paso hacia atrás ya no estaría allí esperándola.
Se dio media vuelta aunque el giro de cadera le hubiese costado, ya se había rendido a derrumbarse en su hombro y más tarde sonreír y besarse, con unos labios húmedos y sedientos. Y sentir como una alegría invade cada movimiento y palabra y como tu voz se enmudece y solo quieres escuchar vuestros pasos acompasados por las calles , pensando detenidamente que si hubiese salido corriendo probablemente todo se hubiese reconstruido otra vez para deshacerse una semanas más tarde y recomenzar de nuevo. Temía esa situación, pero la felicidad había oprimido toda su cordura y solo quería fundirse, fluir junto a aquella criatura hacia que su corazón latiese sin parar. Temías estamparte contra un muro y no poder girar atrás pero solo podáis mirar las luces nítidas enfrente tuyo y pasar a través de olores de comida y de arboles que decoraban vuestro camino. Apretaba tu mano con fuerza y tus sabias que eso solo ocurría en estos momentos que para poder disfrutar de la presión de sus dedos contra tu mano tendría que volver a hundirse el mundo y volver a renacer.
Se dio media vuelta llorando, mirando hacia atrás, dejando que la sujetase y la apretase contra si, obligándola a oír sus palabras que reconfortaron fugazmente tu susceptible corazón. Pero seguiste caminando hacia delante entre toda aquella gente a tu alrededor, caminando, hablando, riendo, fingiendo. Y solo podías sentir tus lágrimas desbordando y mojando tu rostro sin control. Impotencia y dolor. Te odias por haber actuado así pero tampoco sabes porque lo has hecho. Pero sabes con certeza que todo tendrá sentido más tarde. Mientras miras hacia el frente , Nada podría hacia atrás y sabes que solo puedes ir hacia delante. Dándole vueltas sin sentido a lo ocurrido fijando la mirada en un punto indefinido enfrente, todo sin que tú lo fuerces sigue hacia delante, y eso te gusta aunque ahora no te des cuenta. Tiemblas al levantarte porque una punzada de incertidumbre golpea tus piernas, pero no la escucha sigues caminando. Corres porque llegas tarde. Te mantienes a la espera esperando que algo suceda sabes que va a suceder tarde o temprano. De pronto estas hablando por teléfono y oyes la voz de esa criatura. Se habrá vuelto a caer tu mundo pero el vuestro sigue creciendo, no deja de crecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario