Brotaron de una ciudad algo represora y decidieron , al menos la mayoría de ellos , optar por rendirle culto a la libertad. Pero con el tiempo han ido comprendiendo que no es suficiente , que hay otros sabores exquisitos que corroen sus entrañas como el poder . Y ni siquiera le han dado la opción de luchar espada contra espada al poder y a la libertad , se han ido decantando por ser poderosos pintados de una capa de pintura que cada vez va siendo más fina de libertad. Construyeron una congregación de magos que sobreestiman las cualidades de la magia y que han olvidado su verdadero significado. Tiene mil trucos para impresionarse los unos a los otros , mil pociones para hacer lo que quieran . Se mofan de tener el mejor gusto en libros , y gozan de toda la magia posible. La congregación de magos dice de si misma ser tolerante , y dejan entrar a cualquiera que también sea mago de alguna forma u otra. Pues aunque los magos más poderosos hayan olvidado lo que es la magia . Hay algunos que se acuerdan muy bien y alimentan el fuego del caldero de Pedro Botero con el fuego del intelecto. En lo más bajo residen los magos que conjuran con sentimientos y creen en la humanidad , cuando ni siquiera son ellos humanos. Los humanos no pueden entrar , son simples , bastos , y vulgares. Entre esta última casta de magos , a veces me encuentro yo , mi sangre es una mezcla de lo más poderoso , con lo más sentido. Mi madre siempre dice que he sido la elegida, pero he renegado de mi destino y según ella me dedico a jugar con los límites de la congregación e invito a los humanos a pasearse por nuestros senderos , castillos y mazmorras. No les gustan las mazmorras a los humanos , pero nos asustan mucho más a los magos. Estamos esparcidos por el mundo y nadie nos subestima pero todo el el mundo nos sobrevalora. No somos tan necesarios , para los que si somos necesarios es para nuestros enemigos. Lo que no comprenden los de más arriba es que se puede ser humano y mago a la vez. Lo que no comprenden es que no hay nada más poderoso que un sentimiento y si lo comprenden la frivolidad les puede.
Me temo que para muchos somos una plaga , para otros una ambición y para otros estamos en medio del cielo y la tierra y no somos seres realmente terrenales , porque prometemos lo que los mortales no pueden dar … y aquí nos volvemos a equivocar.
Pero cuando alguien necesita algo , acude a nosotros , le gustemos o no.
Somos una congregación fuerte y compacta , rica y llena de culto e inteligencia y mucho poder y aún así estamos en vía de desarrollo.
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