Un cuento de piedra para Jazmin

Erase se una vez un escondite de la tierra , un lugar de piedras. De piedras porque apenas pasaba el tiempo en aquel pequeño desierto . Es un lugar vivo porque pocas personas llegan hasta él.

 Es un una cueva abierta sin techo , varias piedras pulidas y erosionadas y redondas y grandes están fusionadas formando un suelo duro , suave y caliente. Unas paredes  abombadas duras , de textura lisa y también caliente. Caliente porque el cielo azul que reposa sobre este lugar está cargado de sol y las noches no refrescan mucho. El aire quieto es cálido y acogedor.

Aquí donde no suele pasar el tiempo y cuando lo hace es con un viento fuerte y sofocante , es donde te paras a pensar que hacer , que está permitido sentir y que palabras son válidas. Es un lugar que te envuelve en sus lentos latidos que mueven el suelo lentamente bajo tus pies . Entre esas piedras se dibuja lo más profundo de ti y te expones a ti misma y en esas piedras se talla tu historia pasada y tu presente, sin que nadie te vea. Muchas veces se desea que alguien comparta esa “exposición” contigo, deseas que alguien llegue hasta ahí contigo y que desde lo más profundo de ambas se escriban vuestras historias pasadas y presentes entremezclados , tallándose a la vez.

Hace poco ocurrió , llegaron rápido Azahar y Jazmín a ese lugar , penetraron en él , y comenzó el chasquido continuo de la piedra rasgándose con el aire escribiendo sus historias y se miraban de reojo y luego de perfil , hasta estar de frente y atreviéndose a acercarse un poco más y a sonreírse sin escondites en la comisura de sus labios, olvidando por un momento sus historias pasadas y su presente.

Entonces en ese instante al comenzar a tallarse el presente conjunto. Jazmín y Azahar se petrificaron mirándose directamente . Y se paro el chasquido de la piedra. Y en el rostro de Jazmín sobre la piedra ardiendo todavía , rodeaban lágrimas pesadas. Azahar quiso moverse y abrazarla para que su llanto dejase de caer. Pero no podía moverse con su cuerpo de piedra.  Poco a poco se desentumecieron sus cuerpos y pudieron mirar a su alrededor y ver que sucedía. En aquellas paredes las ultimas líneas de sus historias pasadas y sus presentes se hundían contra la piedra formando hendiduras profundas y haciendo temblar la piedra entera donde estaban siendo escritas , cada una se acerco a su historia a leerse a si misma y cayeron desnudas a la vez sentadas sobre el suelo con el cielo azul sobre ellas. Cada historia se hundía de imposibilidad, tristeza y de mentira. Por haber sido olvidadas por sus respectivas protagonistas.

Jazmín y Azahar comprendieron que no podían ignorar sus historias y sus presentes y que estos no podían entremezclarse y juntarse , porque cada historia tenía versículos ya medio escritos que tenían que continuar tallándose sin paralelas.

Con un deseo y un par de sueños primero salió Azahar de ese lugar de piedra y soplando el viento trajo de nuevo el tiempo y comenzó a dirigirse hacía su historia , no miro atrás y supuso que Jazmin de movimientos y gestos sensibles y sin escondites en las comisuras de los labios , al igual que ella misma, habría salido del lugar de piedra y se habría encaminado hacia su historia.

Volverán a ese lugar cada una de ellas en solitario para exponerse y ver que se talla desde su corazón y quizá encontrar un versículo de algún tipo preparado para la otra .