Diario Ibicenco

Sueños. Parajes paralelos. Mundos submarinos de mi mente por los que se bucea sin linternas. Sonrió mientras duermo porque es donde sigues tú y nunca te marchas de allí. Me da miedo pensar en esos sueños porque no se comprender su significado.


Y aquí me siento sola y aferrada a la tierra de esta isla y sigo sonriendo. A veces me dan brotes melancólicos y entonces hundo la nariz en la hierba y en el aire con sabor salado e intento no recordar. A veces lo consigo y otras veces no. Con todas las puertas abiertas se dispersan las emociones , se escapa también la memoria y apenas siento restricciones. Y me siento grande y etérea. Y vuelvo a sentir de verdad el aire mojado de lluvia , ese olor a humedad y mis rizos en plena euforia. El sol quemando mi cara y la arena colándose en mi toalla. El mar salpicando mi piel y escribiendo en el vaho de la ventana. Respirando hasta el fondo de mis pulmones. Y obviando que ahí fuera hay tiburones.


Me está gustando disfrutar del mar y su agua fría que recorre mis piernas y se estanca en mi cintura porque todavía no me atrevo a nadar. Y aquí me siento guapa, será porque nadie me ve. Y quisiera que me vieras aquí.


Y he podido vislumbrar en ese horizonte que yo siempre veo circular, que quiero estar contigo, desnuda sin palabras, en silencio, disfrutando junto a ti de este ratito que puede que se acabe dentro mucho o puede que sea corto. Pero es pronto para hacerte saber que quiero que me dejes estar a tu lado. Y por el momento a menos que abras la boca, voy a volar lejos de ti y seguir volviéndome loca. Y por una vez haré las cosas bien y dejare que el mundo gire a su ritmo y no a la velocidad vertiginosa que puedo llegar a provocar con mi voz.


Voy a respetar los silencios de las canciones, que en el fondo siempre me han gustado.


Ibiza-Cala Salada-Caballo de Mar.
21/4/11