Si el dolor fuera silencioso , si careciera de pensamientos
que martillean las sienes y arrugan los ojos. Si fuese una sensación latente ,
devastadora , pero sin la infinidad de frases que se unen y se rompen , que
aparecen y se repiten durante horas. Al dia siguiente otras nuevas
diferentes que se suman a las del dia
anterior y durante los momentos que el dolor más aprieta parecen multiplicarse
.
Si el dolor fuese mudo como nos defenderíamos de él ¿? De
donde sacaríamos razonamientos para
poder sostenernos en pie durante las embestidas de tantas frases. Razonamientos
que parecen lógicos a todas horas contra sensaciones inquebrantables.
Paradójicamente es nuestro mecanismo de defensa. Nos
defendemos del abismo incierto y carente de sentido en el que se convertiría el
dolor si fuese mudo. Sin embargo, todas esas frases que nos machacan buscan significados al dolor , significados
que no consiguen aliviarnos y nuestra mente se obceca con que el significado es
la cura. El significado solo explica la causa del dolor. E incluso
muchas veces el verdadero significado de nuestro dolor se nos escapa y nos
centramos en pequeños detalles.
La cura del dolor reside en las horas mismas, en los meses
que transcurren dentro de ti .Cada uno tienes tiempos y su ritmo para digerir
su dolor. Aceptar el dolor y esperar a que su agudeza disminuya mediante el esfuerzo de continuar y comprender
que la vida es más , hay más.
Obcecarnos en el significado del dolor no nos deja avanzar ,
y eso precisamente es el sufrimiento. El sufrimiento tiene su sentido pues has
de ver con transparencia el porqué de tu dolor , y eso nos hace sufrir.
Sin embargo una vez que comprendes de donde viene tu dolor ,
quedarte mirándolo más de la cuenta , es sufrimiento extra. Y sin embargo como
otros sentimientos , la tristeza tiene un poder extraño de adicción , porque
nos hace sentir vivos y únicos porque es nuestra propia tristeza que nadie
conseguirá entender del todo nunca y eso nos alimenta.
He ahí el esfuerzo que tenemos que hacer para dejar de
sufrir , es un esfuerzo individual , luchar por encontrar motivos para reírte ,
para sonreírte (si, sonreírte, porque te sonríes porque estás vivo , te sonríes
porque tienes mil motivos para ello). Motivos interiores primero y luego
motivos exteriores. Esto último es el paso y el más difícil de la cura del
dolor. Siempre será mucho más fácil dejarse llevar por nuestra irrepetible
tristeza.
Si ignoramos o negamos nuestro dolor , se multiplicará. Si
nuestro dolor fuese mudo , estaremos inmersos en la incertidumbre. Si nos
estancamos en el significado ; causa de nuestro dolor no avanzaremos. Si no
entendemos que superarse y ser feliz requiere un esfuerzo interno , nunca lo
conseguiremos.